Esta estrategia de escritura permite desarrollar la creatividad, poner a volar la imaginación y de paso poder trabajar un tema de interés en cualquier contexto. En esta ocasión el tema escogido es la conducta ambiental y la conservación del medio ambiente.
En si la estrategia consiste en reescribir un cuento clásico o una fábula cambiando
intencionalmente sucesos, características
de personajes, lugares, entre otros, sin limitación alguna, de forma tal
que se adapten al tema a trabajar y que resulte un escrito ameno y crítico.
Esta actividad se realizó en nuestra institución educativa en el marco de actividades del proyecto de educación ambiental.
A continuación expongo mi "historia repensada"
CAPERUCITA ROSA
Había una
vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja que usaba a
menudo para protegerse del inclemente sol y las lluvias repentinas, a causa de
ello la capa había perdido su color hasta el punto que muchos la llamaban
caperucita rosa.
Un día su
madre le pidió que llevara unos pasteles a la casa de su abuela, advirtiendo
que no se entretuviera en el camino, por el bosque era muy peligroso
ya que estaba muy contaminado y siempre andaba por ahí un solitario lobo en peligro
de extinción que estaba demente por haber perdido a sus parientes.
Caperucita recogió la canasta con los pasteles y salió directo al bosque; ella casi nunca tenía miedo de cruzarlo porque siempre se encontraba con muchos amigos: las ardillas, los pájaros, entre otros. Pero de un tiempo para acá, aquel bosque se había convertido en un lugar solitario, lleno de basuras,árido por la deforestación y los frecuentes incendios provocados por el calentamiento global.
A mitad del trayecto se le apareció el casi extinto lobo que le preguntó a dónde iba y qué llevaba. Caperucita le contó de su misión y el lobo le propuso una carrera para ver quién llegaba primero. Como había dos caminos, el lobo le dio a Caperucita el más largo y él se fue a toda máquina en su destartalada moto arrojando gases tóxicos a la atmósfera indiscriminadamente.
El lobo
llegó primero a la casa de la abuelita y fingió la voz de Caperucita. Cuando la
viejita le dejó ingresar el lobo la devoró de un solo bocado. Entonces se puso el gorro y los lentes de la anciana, se perfumo, se metió en la cama y cerró los ojos.
Al rato
llegó caperucita, se acercó a la cama y vio que su abuelita estaba muy rara.
- Abuelita,
abuelita, ¡que ojos más grandes tienes!
- Son así
por la contaminación atmosférica - dijo el lobo tratando de imitar la voz de la
abuela.
- Abuelita,
abuelita, ¡que orejas más grandes tienes!
- Son así
por la contaminación auditiva que producen las motosierras en el bosque -
siguió diciendo el lobo.
- Abuelita,
abuelita, ¡que dientes más grandes tienes!
Son… ¡para
comerte mejoooor! en ese momento el lobo intentó atrapar a la niña pero ésta
lanzó un grito que llegó a oídos de un leñador que pasaba cerca. El leñador le
dio un palazo al lobo y le abrió la panza de un hachazo. La abuelita salió con
vida milagrosamente y abrazó a su nieta, al tiempo que veían con sorpresa como
del estómago del lobo también salían vasos desechables, bolsas de agua,
pitillos, empaques de confites, latas de gaseosa que seguramente había ingerido
en el contaminado bosque. Anonadado ante semejante situación, el leñador juró
emprender una campaña ecológica para recuperar lo que quedaba del bosque y
acabar con la contaminación. Por su parte Caperucita y la abuela, aprovechando
su fama se convirtieron en activistas ambientales muy reconocidas y lograron recuperar la majestuosidad y
belleza de aquel gran bosque.
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